Hola a todos!
Si si, ya lo sé. Prometí no volver a estar tanto tiempo sin poner una entrada y de nuevo lo he incumplido... lo siento (mientras escribo la entrada me lo paso bien, pero los momentos anteriores a escribirla me da una vagancia horrible). En este caso tengo un excusa, como se acerca Halloween he dejado que criara telarañas para ambientar un poco... no cuela? XD.
Pues nada, tal y como indica el título de la entrada este fin de semana ha ido de reencuentros. El viernes quedé con David Aguilera y par de españoles mas que estaban por Tokio antes de su viaje a Kyoto.
Quedamos el viernes nada más terminar yo las clases, así que me dirigí hacia Akihabara ya que ellos estaban hospedados en el Hotel Edoya (que recuerdos de cuando estuve en Tokio de vacaciones... snif, se me cae la lagrimita...). En fin, lo dicho, que cuando llegué a la estación les avisé y me dijeron que todavía estaban el el hotel y que fuera para allí, y eso hice. Una vez estuve en la habitación y tras las presentaciones pertinentes nos dirigimos hacia el Tokyo Dome para la visita de rigor. Cabe decir que ellos subieron a la montaña rusa (ya hablé sobre el Tokyo Dome y la montaña rusa en una entrada anterior) pero yo, pensando en mi economía, consideré que pagar 1000 yenes (o eran más?) por subir a la montaña rusa no valían la pena (maldita economía!!!).
Tras una rápida visita al Tokyo Dome nos dirigimos hacia Akihabara (en ese entonces ya se estaba planeando que hacer por la noche). Llegó el momento de pensar en la cena, y tras dar varias vueltas (llegamos hasta Ueno y volvimos por Ameyoko) finalmente nos paramos en la cadena de restaurantes de ramen (cuyo nombre no consigo acordarme nunca, es la del pack de 12 Gyõzas, alguna vez he subido alguna foto). Bueno, la idea inicial era ir a un Karaoke desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana con barra libre de bebida, pero para las 11 aún faltaba bastante, así que cogimos algo de beber en un seven eleven (es una cadena de conbinis) y fuimos a sentarnos un rato en un banco de Ueno.
Llegadas las 11 nos dirigimos hacia el Karaoke donde ya habíamos estado otros años, pero tras solicitar los precios nos llevamos un susto de muerte, 3.600 yenes!? estamos locos!? bueno, en realidad es un precio más que razonable por estar 6 horas en una sala privada con karaoke y barra libre de bebida, pero en ese momento no nos convenció. Por la calle nos paró un tío que nos ofrecía una oferta de 3 horas de karaoke por 2.500 yenes... al final nada, creo que por ese entonces el agotamiento del día empezó a hacer mella.
En esos momentos yo ya había perdido el último tren para volver a casa y surgió el idea de coger algunas bebidas y ir a la habitación del Hotel Edoya y ver unas películas o algo por el estilo. Dicho y hecho, compramos algunas bebidas en el Don Quijote y tras una infiltración digna de un ninja, (bueno, en realidad simplemente entré por la puerta principal como si fuese un huésped más) conseguí llegar sin ser visto hasta la habitación, donde rápidamente nos dispusimos a colocar las bebidas en la pequeña nevera como buenamente pudimos. Lo que finalmente pasó, es que nos pusimos a hablar y nos dieron las 3 de la mañana (yo en realidad no bebí nada, por lo que si no se las han bebido aún están mis dos cervezas en la nevera...), así que me acurruqué cual ratón en el mini sofá y me dispuse a dormir (o eso intenté...)
Sorpresa! yo había quedado el sábado a las 10:30 a.m con Roberto, otro amigo Español, para vernos en Shibuya, y tuve la suerte de despertarme sobre las 8 de la mañana sin despertador (me habían dejado uno, pero ya me advirtieron que quedaba poca batería y podía ser que se apagase, y así fue... XD). Como quedaba tiempo hasta las 10:30 aproveché para escabullirme por la puerta de la planta -1 y fui a un Cafe Veloce que había cerca del hotel, donde aproveché para empezar a hacer los deberes que nos pusieron el viernes.
Llegada la hora me dirigí hacia Shibuya donde había quedado con Roberto (cabe decir que fue muy puntual, y teniendo en cuenta que venía desde Osaka, queda demostrada de nuevo la puntualidad de los transportes Nipones). Como me dijo que no había estado nunca en Tokio me dispuse a hacer una visita exprés por algunos de los sitos que personalmente considero interesantes, y tras preguntarle por sus gustos y preferencias, la primera parada no podía ser otra que la famosa Mandarake de Shibuya. Tras dar varias vueltas finalmente encontramos la entrada a la Mandarake, pero como todavía faltaba un rato para que abrieran nos dirigimos a un café cercano donde estuvimos charlando hasta la obra de abertura de la Mandarake.
Una vez salimos de la Mandarake fuimos caminando hasta Harajuku. tengo que admitir que me equivoqué de calle (lo hice de memoria de cuando estuve hace 5 años, y en dirección opuesta) y fuimos a parar un poco más abajo, lo cual fue perfecto, porque así le enseñé Omotesando, considerada por muchos como la calle "pija" de Tokio. Después de Omotesando fuimos a Takeshita Dori, la que quizá es la calle más famosa de Harajuku (si si, tengo material para hacer una entrada, pero aún no la he hecho, lo siento.. XD). Tras recorrer la calle hicimos una parada en Boxes para repones fuerzas y nos dirigimos hacia el Santuario Meiji Jingu y al Parque Yoyogi (ya hablé de ellos en entradas anteriores).
Tras caminar durante un buen rato y con las fuerzas menguando, nos dirigimos a la última parada de la visita exprés improvisada, Akihabara. Pues ya no hace falta decir mucho más, miramos un par de tiendas, cenamos algo y cada uno a su casa, yo hacia Yotsuya y el a coger el Shinkansen a Osaka.
Es posible que este sábado vuelva a venir a Tokio junto a David Casas, si es así, es probable que nos volvamos a ver... XD
Si si, ya lo sé. Prometí no volver a estar tanto tiempo sin poner una entrada y de nuevo lo he incumplido... lo siento (mientras escribo la entrada me lo paso bien, pero los momentos anteriores a escribirla me da una vagancia horrible). En este caso tengo un excusa, como se acerca Halloween he dejado que criara telarañas para ambientar un poco... no cuela? XD.
Pues nada, tal y como indica el título de la entrada este fin de semana ha ido de reencuentros. El viernes quedé con David Aguilera y par de españoles mas que estaban por Tokio antes de su viaje a Kyoto.
Quedamos el viernes nada más terminar yo las clases, así que me dirigí hacia Akihabara ya que ellos estaban hospedados en el Hotel Edoya (que recuerdos de cuando estuve en Tokio de vacaciones... snif, se me cae la lagrimita...). En fin, lo dicho, que cuando llegué a la estación les avisé y me dijeron que todavía estaban el el hotel y que fuera para allí, y eso hice. Una vez estuve en la habitación y tras las presentaciones pertinentes nos dirigimos hacia el Tokyo Dome para la visita de rigor. Cabe decir que ellos subieron a la montaña rusa (ya hablé sobre el Tokyo Dome y la montaña rusa en una entrada anterior) pero yo, pensando en mi economía, consideré que pagar 1000 yenes (o eran más?) por subir a la montaña rusa no valían la pena (maldita economía!!!).
Tras una rápida visita al Tokyo Dome nos dirigimos hacia Akihabara (en ese entonces ya se estaba planeando que hacer por la noche). Llegó el momento de pensar en la cena, y tras dar varias vueltas (llegamos hasta Ueno y volvimos por Ameyoko) finalmente nos paramos en la cadena de restaurantes de ramen (cuyo nombre no consigo acordarme nunca, es la del pack de 12 Gyõzas, alguna vez he subido alguna foto). Bueno, la idea inicial era ir a un Karaoke desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana con barra libre de bebida, pero para las 11 aún faltaba bastante, así que cogimos algo de beber en un seven eleven (es una cadena de conbinis) y fuimos a sentarnos un rato en un banco de Ueno.
Llegadas las 11 nos dirigimos hacia el Karaoke donde ya habíamos estado otros años, pero tras solicitar los precios nos llevamos un susto de muerte, 3.600 yenes!? estamos locos!? bueno, en realidad es un precio más que razonable por estar 6 horas en una sala privada con karaoke y barra libre de bebida, pero en ese momento no nos convenció. Por la calle nos paró un tío que nos ofrecía una oferta de 3 horas de karaoke por 2.500 yenes... al final nada, creo que por ese entonces el agotamiento del día empezó a hacer mella.
En esos momentos yo ya había perdido el último tren para volver a casa y surgió el idea de coger algunas bebidas y ir a la habitación del Hotel Edoya y ver unas películas o algo por el estilo. Dicho y hecho, compramos algunas bebidas en el Don Quijote y tras una infiltración digna de un ninja, (bueno, en realidad simplemente entré por la puerta principal como si fuese un huésped más) conseguí llegar sin ser visto hasta la habitación, donde rápidamente nos dispusimos a colocar las bebidas en la pequeña nevera como buenamente pudimos. Lo que finalmente pasó, es que nos pusimos a hablar y nos dieron las 3 de la mañana (yo en realidad no bebí nada, por lo que si no se las han bebido aún están mis dos cervezas en la nevera...), así que me acurruqué cual ratón en el mini sofá y me dispuse a dormir (o eso intenté...)
Sorpresa! yo había quedado el sábado a las 10:30 a.m con Roberto, otro amigo Español, para vernos en Shibuya, y tuve la suerte de despertarme sobre las 8 de la mañana sin despertador (me habían dejado uno, pero ya me advirtieron que quedaba poca batería y podía ser que se apagase, y así fue... XD). Como quedaba tiempo hasta las 10:30 aproveché para escabullirme por la puerta de la planta -1 y fui a un Cafe Veloce que había cerca del hotel, donde aproveché para empezar a hacer los deberes que nos pusieron el viernes.
Llegada la hora me dirigí hacia Shibuya donde había quedado con Roberto (cabe decir que fue muy puntual, y teniendo en cuenta que venía desde Osaka, queda demostrada de nuevo la puntualidad de los transportes Nipones). Como me dijo que no había estado nunca en Tokio me dispuse a hacer una visita exprés por algunos de los sitos que personalmente considero interesantes, y tras preguntarle por sus gustos y preferencias, la primera parada no podía ser otra que la famosa Mandarake de Shibuya. Tras dar varias vueltas finalmente encontramos la entrada a la Mandarake, pero como todavía faltaba un rato para que abrieran nos dirigimos a un café cercano donde estuvimos charlando hasta la obra de abertura de la Mandarake.
Una vez salimos de la Mandarake fuimos caminando hasta Harajuku. tengo que admitir que me equivoqué de calle (lo hice de memoria de cuando estuve hace 5 años, y en dirección opuesta) y fuimos a parar un poco más abajo, lo cual fue perfecto, porque así le enseñé Omotesando, considerada por muchos como la calle "pija" de Tokio. Después de Omotesando fuimos a Takeshita Dori, la que quizá es la calle más famosa de Harajuku (si si, tengo material para hacer una entrada, pero aún no la he hecho, lo siento.. XD). Tras recorrer la calle hicimos una parada en Boxes para repones fuerzas y nos dirigimos hacia el Santuario Meiji Jingu y al Parque Yoyogi (ya hablé de ellos en entradas anteriores).
Tras caminar durante un buen rato y con las fuerzas menguando, nos dirigimos a la última parada de la visita exprés improvisada, Akihabara. Pues ya no hace falta decir mucho más, miramos un par de tiendas, cenamos algo y cada uno a su casa, yo hacia Yotsuya y el a coger el Shinkansen a Osaka.
Es posible que este sábado vuelva a venir a Tokio junto a David Casas, si es así, es probable que nos volvamos a ver... XD
De casualidad encontré el restaurante que está ambientado en una prisión. No creo que venga nunca, me han dicho que está muy bien ambientado, pero que es muy caro
Hotel Edoya, que recuerdos!!!
Punto de información turística en Shibuya, justo enfrente de Hachiko
Junto a Hachiko
El Shibuya 109 para hombres
El famoso Shibuya 109 (para ellas)
Tomando un café con Roberto
Entrada a la Mandarake de Shibuya
Mercado de frutas, hortalizas.... enfrente de la Universidad de las Naciones Unidas
Estos tíos estaban bailando mientras los grababan, imagino que debía ser para un spot o algo por el estilo
Junto a la entrada del Santuario Meiji Jingu
Grupo de gente (mayoritariamente mayor) practicando Aikido en el Yoyogi
Un sábado cualquiera en el Yoyogi
Se sabe que en Japón no se roba casi nunca, pero esto no es aplicable a los cuervos. Fue curioso ver como se metía casi entero dentro de la bolsa buscando algo para llevarse... XD
Curiosa esta entrada y curiosa cierta información que comentas, en especial las tendas (para él y para ella por separado!!).
ResponderEliminarLo del cuervo no tiene precio. Lástima que no hicieses un video, me hubiese encantado verlo!!
Saludos.