Tal y como he dicho, aquí os dejo la segunda entrada rápida.
Hace ya un tiempo que Sara, una amiga de Barcelona, vino a Tokyo con su novio Atsushi, pero por azares de la vida y horarios aun no habíamos podido quedar, así que finalmente quedamos el domingo pasado. Además, coincidía con la llegada a Tokyo de Gemma, una amiga de Sara.
Como Gemma iba a llegar más muerta que viva por el largo viaje y Sara y Atsushi viven en Ikebukuro, optamos por quedar y dar una vuelta por la zona. Tras reencontrarnos junto a la entrada del Don Quijote nos dirigios a un restaurante de sushi para comer. Tengo que reconocerlo, a mi no me apasiona el sushi, desde que llegué a japón aun no había comido sushi (no me peguéis!), pero aquel día redescubrí el sushi.... POR DIOS QUE BUENO QUE ESTABA!!!!
Bien, tras devorar todo sushi que se pusiera por delante fuimos a probar un Takoyaki gigante que vendían en un puesto cercano, estaba bueno pero sigo prefiriendo los Takoyaki pequeños.
Por desgracia no puede haber quedada sin.... Purikuras!! si si, esas odiosas fotos que te retocan para hacerte mas guapa/o, pero que a mí por alguna razón me hacen parecer una muñeca diabólica (será mi auténtica naturaleza?).
Para hacer un poco de tiempo no dirigimos a tomar un Café y luego dimos una vuelta por un centro comercial cercano (no me acuerdo si era un Yodobashi, un Big Kamera u otro), y nos encontramos con una exposición de impresoras 3D, la verdad es que aún siendo impresoras 3D para oficinas o para algún niño de papá, el resultado era de lo más resultón.
Tras salir del centro comercial nos dirigimos a una taberna que conocía Atsushi donde normalmente hay ofertas y... Bingo!! Gin-Tónic por 290 yenes, así que hicimos una parada para retomar fuerzas.
Tras la taberna nos dirigimos a un Izakaya para cenar (era un poco pronto, pero Atsushi quería madrugar para ver el partido Madrid-Barça y Gemma ser moría por segundos). La verdad es que estuvo muy divertido, ver a Atsushi hablando a los camareros en perfecto japonés pero con al estilo español no tiene precio.
Sara, Atsushi y Gemma se irán a pasar unos días por Kyoto, Osaka y Hiroshima y luego volverán. Ya les he arrancado una promesa para volver a vernos cuando vuelvan y ir a un Sweet Paradise... La verdad es que me lo pasé muy bien y espero poder repetir cuando vuelvan.
Y ahora, las fotos de rigor....
Hace ya un tiempo que Sara, una amiga de Barcelona, vino a Tokyo con su novio Atsushi, pero por azares de la vida y horarios aun no habíamos podido quedar, así que finalmente quedamos el domingo pasado. Además, coincidía con la llegada a Tokyo de Gemma, una amiga de Sara.
Como Gemma iba a llegar más muerta que viva por el largo viaje y Sara y Atsushi viven en Ikebukuro, optamos por quedar y dar una vuelta por la zona. Tras reencontrarnos junto a la entrada del Don Quijote nos dirigios a un restaurante de sushi para comer. Tengo que reconocerlo, a mi no me apasiona el sushi, desde que llegué a japón aun no había comido sushi (no me peguéis!), pero aquel día redescubrí el sushi.... POR DIOS QUE BUENO QUE ESTABA!!!!
Bien, tras devorar todo sushi que se pusiera por delante fuimos a probar un Takoyaki gigante que vendían en un puesto cercano, estaba bueno pero sigo prefiriendo los Takoyaki pequeños.
Por desgracia no puede haber quedada sin.... Purikuras!! si si, esas odiosas fotos que te retocan para hacerte mas guapa/o, pero que a mí por alguna razón me hacen parecer una muñeca diabólica (será mi auténtica naturaleza?).
Para hacer un poco de tiempo no dirigimos a tomar un Café y luego dimos una vuelta por un centro comercial cercano (no me acuerdo si era un Yodobashi, un Big Kamera u otro), y nos encontramos con una exposición de impresoras 3D, la verdad es que aún siendo impresoras 3D para oficinas o para algún niño de papá, el resultado era de lo más resultón.
Tras salir del centro comercial nos dirigimos a una taberna que conocía Atsushi donde normalmente hay ofertas y... Bingo!! Gin-Tónic por 290 yenes, así que hicimos una parada para retomar fuerzas.
Tras la taberna nos dirigimos a un Izakaya para cenar (era un poco pronto, pero Atsushi quería madrugar para ver el partido Madrid-Barça y Gemma ser moría por segundos). La verdad es que estuvo muy divertido, ver a Atsushi hablando a los camareros en perfecto japonés pero con al estilo español no tiene precio.
Sara, Atsushi y Gemma se irán a pasar unos días por Kyoto, Osaka y Hiroshima y luego volverán. Ya les he arrancado una promesa para volver a vernos cuando vuelvan y ir a un Sweet Paradise... La verdad es que me lo pasé muy bien y espero poder repetir cuando vuelvan.
Y ahora, las fotos de rigor....
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